
1.3 EL DON DEL ESPÍRITU
Jesús le prometía un regalo a sus discípulo. Les repetía que, después de su muerte y resurrección, les enviaría el Espíritu Santo o Espíritu de la verdad. Él les daría la fuerza y el valor necesarios para predicar las Buenas Noticia del Reino de Dios a todo el mundo.
La promesa de Jesús:
Scumplio al atardecer del mismo día de la resurrección de Jesús, cuando se apareció a sus discípulos.
Se manifestó públicamente el día de Pentecostés.
A partir de la Ascención de Jesús, el Espíritu Santo enseña y guía a los seguidores de Jesús , permance en la iglesia y, después de recibir el Bautismo, el Espíritu de Cristo se perpetúa en cada uno de los cristianos.
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